Cinco recomendaciones para mantener tu Marca Personal
Cuando entramos a un nuevo trabajo, hacemos de todo para lucirnos y cuidamos mucho la imagen que proyectamos a nuestros jefes, clientes y colegas. Solemos llegar temprano, hablamos con mucha propiedad, llevamos una actitud bastante cautelosa y ni siquiera se nos ocurre entrar a revisar nuestro Facebook.
Pero conforme pasa el tiempo y nos vamos sintiendo más cómodas en este nuevo ambiente laboral, entramos en una zona de comfort y bajamos la guardia en cuanto a cuidar ciertos detalles básicos en nuestro comportamiento. Además, como es natural, nos dejamos llevar por el actuar común de nuestros compañeros. De pronto comienzas a llegar tarde, te despreocupas de tu lenguaje y pones excusas del porqué no estás siendo tan productiva, es decir, descuidas tu Imagen Personal. Te olvidas de poner atención a lo más básico y simple.
No se trata de pretender ser quien no eres, sino de mantener tu propia esencia, teniendo en cuenta que se trata de nuestro ambiente laboral y que siempre debemos mostrar nuestro mejor «yo».
1. Llega a tiempo
Ser conocida como «la tardona», no es algo por lo que quieres sentirte orgullosa. No se trata sólo de llegar tarde a la oficina (si es que tienes un horario que cumplir), si no sobre todo a las reuniones internas o con clientes. Seguro te ríes y levantas los hombros con un gesto de «ups»!
Pues te recomiendo que empieces a cambiar esto. No te justifiques diciendo «yo soy así». Ser impuntual es un terrible defecto. Además si realmente te interesa tu trabajo y buscas causar una buena impresión con tus jefes y colegas, pues debes llegar a tiempo.
Hoy tenemos a nuestra disposición muchas herramientas que nos permiten lograrlo. Sea lo que sea, trabaja en esto, porque realmente valdrá la pena el esfuerzo. Ponte varias alarmas en tu celular, en la computadora, usa agendas, sincronízalas, pídele a tu asistente que te avise, en fin, usa cualquier medio a tu alcance para conseguirlo.
2. Responde los correos
Ahora que comunicarnos está literalmente en la palma de nuestras manos, no hay excusas válidas para tener correos sin responder por más de uno o dos días. Muchas veces he enviado correos que no han tenido respuesta NUNCA! Realmente esto es terrible, porque quien envía el correo no sabe si te llegó o simplemente no te interesa responderlo.
Así que si logras una rutina de siempre responder correos, ganarás el respeto de todos con los que te comunicas. No hay excusa alguna para no responder un correo, aún cuando no tengas la respuesta, un «lo estoy viendo, lo reviso y te confirmo luego» etc., no te toma ni un minuto y el impacto que causas en los demás será muy positivo.
Siempre recomiendo ponerse en los zapatos del otro y analizar qué pensarías tu, si envías un correo que no te responden. ¿No muy bueno no? Entonces, no le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti.
3. No más excusas
No importa que tan sinceras y reales sean tus excusas, tus jefes sólo escucharán que no usas tu tiempo de manera eficiente y efectiva.
Así que si quieres impresionar a tu jefe, has lo que te pida. Cuando te pida algo, hazlo de inmediato, no permitas que te haga un recordatorio al respecto. Si tienes dudas, pregunta antes de la fecha límite. No importa si piensas que no es «tan relevante» o no es urgente. Si tu jefe te pide algo, hazlo pronto y sobre todo, bien hecho.
Si realizas tu trabajo a tiempo y sin que te tengan que hacer recordatorios, te ganarás la confianza y respeto de tu jefe de inmediato. Además demuestras que estás lista y preparada para asumir más responsabilidades o incluso un ascenso. Así que no desperdicies esa oportunidad.
4. Hazte cargo
No siempre tendremos las respuestas a todo, pero en lugar de dejarlo «ahí», y que lo consulten con alguien más, déjales saber que averiguarás al respecto y que volverás con la respuesta. Cada vez que te comprometas a averiguar sobre algún tema, hazlo y responde de vuelta. Así te ganarás la confianza de tus jefes, colegas o subordinados.
Esto también aplica cuando te ofreces a ayudar o enseñar algo, no esperes que te lo recuerden. Anótalo! Si manejas gente, y te comprometes con ellos a que averiguarás algún tema, asegúrate de responderles luego. O si por ejemplo, te ofreces a ayudar a uno de tus colegas o colaboradores sobre un tema en particular, hazlo! Si te comprometes con algo, cumple con eso y concluye el tema. Así demuestras que pueden confiarte lo que sea.
5. Toma notas
Sobre todo cuando recién comienzas y no dominas mucho del tema, siempre toma notas. Cuando vayas a una reunión o incluso a la oficina de tu jefe a recibir algún encargo, toma nota. Cuando alguien se tome el tiempo de explicarte o enseñarte algo, también hazlo, te ayudará mucho luego.
Además, demuestras tu interés. Créeme que a nadie le gusta explicar o decir lo mismo más de tres veces. Así que si llevas un cuaderno con anotaciones, no solo te servirá para recordar los pendientes o esos temas que aún no dominas, si no que también darás una excelente impresión a los demás.
Seguramente todos estas recomendaciones te pueden sonar obvias, pero con el pasar del tiempo, las olvidamos y damos por sentadas. Si procuras seguir estos fáciles pasos, podrás mantener o incluso recuperar la imagen que quieres proyectar, además de ganar la confianza en tu equipo y tus jefes.
Fuente: DivinaEjecutiva.com