Cómo aumentar mi fuerza de voluntad para obtener mejores resultados
En el siguiente artículo encontrarás estrategias comprobadas para aumentar tu fuerza de voluntad. Una habilidad muy importante para lograr tus más grandes metas.
No es que no quieras hacer las cosas, pero muchas veces no tienes la suficiente fuerza de voluntad para hacerlas. No te preocupes, no eres el único.
Nunca olvides que tener la capacidad de manejar tu fuerza de voluntad es vital para lograr la excelencia en todos los aspectos de tu vida.
Piénsalo bien. Tener fuerza de voluntad te permitiría:
- Levantarte más temprano.
- Hacer ejercicio.
- Comer mejor.
- Gastar menos dinero – Ahorrar más.
- Dejar de fumar y/o beber.
- Hacer las cosas verdaderamente importantes.
- Entre otras….
Aumentar tu fuerza de voluntad, significaría tener más autocontrol, ser una persona más disciplinada y por consiguiente, tendrías mejores resultados.
¿No es esto lo que quieres? Imaginamos que sí.
NO ES QUE SEAS DÉBIL. SIMPLEMENTE NO CONOCES CÓMO FUNCIONA TU FUERZA DE VOLUNTAD.
Para entrar en materia es necesario que entendamos qué es exactamente la fuerza de voluntad y cómo funciona.
¿Qué es la fuerza de voluntad?
Estas son algunas de las definiciones:
- “Es el poder de controlar nuestros propios pensamientos y la forma en que nos comportamos”.
- “Una fuerte determinación para hacer las cosas”.
- “La capacidad que tienen los seres humanos para controlar sus propios impulsos”.
- “Control ejercido para lograr algo o frenar impulsos”.
- “Es la habilidad de controlar nuestros pensamientos y comportamiento con el fin de lograr una meta”.
Dentro de nuestras creencias, se piensa que las personas con “mucha fuerza de voluntad” son fuertes, competentes y que siempre están en control.
En cambio, cuando no tienen fuerza de voluntad, empiezan problemas de todo tipo. Como mala alimentación, deudas, bajo rendimiento escolar, malos resultados laborales, problemas de salud, etc.
UNA PERSONA CON FUERZA DE VOLUNTAD HARÁ VALER SUS DECISIONES. INCLUSO ANTE UNA GRAN OPOSICIÓN.
La habilidad de controlarte a ti mismo y determinar tus acciones, es una idea muy poderosa. El problema es que pensamos que debemos simplemente invocarla. Que podemos forzarnos a tenerla o que siempre está ahí a nuestra disposición.
Debemos entender que la fuerza de voluntad no funciona así; no es una cuestión de tomar una simple decisión. Por el contrario, funciona como un músculo. Si se cuida y se ejercita, funciona mejor.
Para que entiendas mejor la relación que existe entre la fuerza de voluntad y el éxito queremos que conozcas el siguiente estudio científico.
El test del masmelo.
Realizado por el investigador y psicólogo Walter Mischel en los años 60, el test del masmelo o “The Marshmallow Test” como se le conoce en inglés, se realizó con una muestra de 500 niños de 4 años y consistía en lo siguiente:
Se expuso a los niños a dos opciones. En la primera se les daría un masmelo. En la segunda, tendrían la oportunidad de obtener un segundo masmelo si esperaban 15 minutos sin comerse el primero.
Es decir. Si se esperaban 15 minutos tendrían dos masmelos en vez de uno.
En promedio los niños duraron menos de 3 minutos antes de comerse el masmelo y solo 3 de cada 10 lograron controlar la tentación. Era claro que la mayoría tenían problemas con el concepto de gratificación retardada.
En 1981 Mischel empezó a rastrear sistemáticamente a los participantes del test. Todo con la intensión de conocer y medir sus resultados académicos, sociales y profesionales después de casi 20 años.
“LAS COSAS BUENAS LLEGAN A QUIEN SABE ESPERAR”
De acuerdo a los resultados, aquellos sujetos que tuvieron éxito en el test habían experimentado mejores resultados en su vida académica y laboral. Adicionalmente presentaron mayores sentimientos de autoestima y entendían mejor cómo manejar el estrés.
Por otro lado, el 30% de los niños que sucumbieron ante la tentación, presentaron sobrepeso y más adelante sufrieron de una alta tasa de adicción a las drogas.
Mischel concluyó que la capacidad de demorar la gratificación efectivamente contribuía a la obtención de mejores resultados.
6 estrategias para aumentar tu fuerza de voluntad
Luego de conocer la teoría del masmelo, queremos compartir contigo otros análisis científicos para explicar 6 estrategias que te ayudarán a aumentar y controlar tu fuerza de voluntad.
Tu fuerza de voluntad es mejor en las mañanas o después de un descanso.
Investigadores de la Escuela de negocios de Stanford y la Universidad de Negev, encontraron que nuestra fuerza de voluntad disminuye luego de tomar decisiones de forma repetitiva.
Para demostrar esta tesis, analizaron el sistema judicial en Israel. El estudio se centró en observar el comportamiento de 8 jueces a través de 1112 audiencias.
Los jueces debían atender entre 14 y 35 casos al día con la posibilidad de tener dos descansos: uno en la mañana y otro para almorzar.
Luego de escuchar los argumentos de ambas partes solo tenían alrededor de 6 minutos para tomar una decisión.
Los resultados demuestran el costo mental de la toma repetitiva de decisiones. A primera hora de la mañana y después del descanso, los acusados tenían un 65% más de probabilidades de ser declarados inocentes. Al final de ambas secciones en la jornada laboral, este porcentaje llegaba a 0.
El cansancio empuja a nuestro cerebro a tomar las decisiones más fáciles. Las cuales, en la mayoría de las ocasiones, no son las mejores. Nuestra fuerza de voluntad tiene un límite.
Estrategia #1: Asegúrate de hacer las cosas importantes a primera hora del día o después de un descanso. Esto te ayudará a tomar mejores decisiones.
Cuanto más uses tu mente, menos poder mental tendrás.
Gary Keller y Jay Papasan, autores del libro The One Thing: The surprisingly simple truth behind extraordinary results, proponen pensar en la fuerza de voluntad como la batería de tu teléfono móvil.
Cada mañana tu teléfono tiene 100% de carga. A medida que pasa el día este porcentaje irá disminuyendo. Entre más utilices tu teléfono, más rápido consumirá la batería.
Al igual que tu teléfono, tu fuerza de voluntad es limitada pero puede ser recargada. Es una fuente de energía limitada pero renovable.
Para reforzar esta idea, presta atención al siguiente estudio publicado por “The Journal of the Society of Psychologists in Addictive Behaviors”
En este estudio, se instruyó a los participantes para que trataran de no pensar en un oso blanco. Les dieron la idea, pero les pidieron no pensar en ella (Supresión del pensamiento).
Cómo bien sabrás una tarea como esta requiere una gran cantidad de autocontrol.
Después de completar la tarea, se les invito a una cata de cerveza y se les pidió que consumieran lo menos posible; ya que después vendría un test de conducción.
Los participantes que hicieron el primer test (supresión del pensamiento) consumieron más cerveza que aquellos que no.
Estrategia #2: Tu fuerza de voluntad es limitada. Decide que es lo más importante y resérvala para cuando la necesites
Nuestra fuerza de voluntad se debilita rápidamente.
En otro estudio el investigador Baba Shiv de la Universidad de Stanford, dividió a 165 estudiantes en dos grupos y les pidió que escogieran entre memorizar un número de dos dígitos o uno de siete.
Después de esta actividad se les pidió que se dirigieran a otra habitación para que probaran que si habían memorizado el número.
Durante esta segunda parte se les ofreció un snack por haber participado. Podían escoger entre una torta de chocolate (Opción poco saludable) o una ensalada de frutas (Opción saludable).
¿Ya sabes cual fue el resultado? Los estudiantes que memorizaron el número de siete dígitos fueron dos veces más propensos a escoger la torta de chocolate.
Estrategia #3: Evita tomar decisiones muy importantes después de tareas extenuantes. Si lo haces, estarás expuesto a tomar malas decisiones.
La corteza prefrontal (Ubicada justo detrás de la frente y los ojos), es la parte de nuestro cerebro encargada del análisis de los pensamientos, la toma de decisiones y la regulación del comportamiento.
Esto incluye encontrar un balance entre pensamientos contradictorios, tomar decisiones entre el bien y el mal y predecir los resultados de nuestras elecciones. Es decir, controla nuestra fuerza de voluntad.
Estudios han determinado que esta parte del cerebro es la última en desarrollarse. Logra su madurez alrededor de los 25 años. Esta es la razón por la cuál los adolescentes se involucren en conductas riesgosas; a pesar de que entienden las posibles consecuencias.
En nuestro artículo sobre cómo vencer la pereza, explicamos la teoría del cerebro triúnico y cómo nuestro cerebro primitivo está encargado de nuestras actividades básicas y nuestra supervivencia. Si no lo haz leído te invitamos a que lo hagas.
Si tomamos como ejemplo el test de los masmelos, cuando un niño ve el masmelo, su cerebro primitivo le dice que se lo coma. Sin embargo, la corteza prefrontal, le recuerda que si se espera, podría obtener dos masmelos.
Nuestra fuerza de voluntad es un choque entre nuestro cerebro primitivo y la corteza prefrontal. Lo ideal es que el segundo domine al primero.
Estrategia #4: Sé consciente. Cada vez que tomes una decisión, ten presente que puede ser tu cerebro primitivo o la corteza prefrontal actuando. La mayoría de decisiones que tomamos lo hacemos de forma inconsciente. Ya que tienes esta información, puedes tomar decisiones conscientemente.
Tu cerebro necesita buen combustible.
Nuestro cerebro es una pequeña parte de nuestro cuerpo, pero debido a su importancia consume más del 20% de nuestra energía. ¿Sabes cuál es la parte del cerebro que consume más energía? ¡La corteza prefrontal!
Desafortunadamente, en el caso de una disminución de energía, los recursos proporcionados por los alimentos que consumimos son dirigidos a las partes más desarrolladas. Es decir, nuestro cerebro primitivo.
En este caso, si saltas una de las comidas del día, la corteza prefrontal sería la parte más afectada.
Estrategia #5: Aliméntate bien. Las comidas que incluyen carbohidratos compuestos y altas dosis de proteína, son la fuente de energía de las personas más productivas.
Sé tu mismo.
¿Es más probable perder peso cuando la persona siente que es su elección o cuando se siente presionada para hacerlo?
Los psicólogos Mark Muraven, Marylène Gagné y Heather Rosman descubrieron que las personas que ejercen autocontrol para complacer a los demás se agotaban más fácilmente que las personas que se mantenían fieles a sus propios objetivos.
Cuando se trata de fuerza de voluntad, los que complacen a las personas pueden encontrarse en desventaja en comparación con aquellos que están seguros y cómodos consigo mismos y sus decisiones.
Estrategia #6: Asegúrate de que los objetivos que persigues son tuyos y de nadie más. Además, asegúrate de tener suficientes razones para ejecutarlos. Esto ayudará a que tu fuerza de voluntad sea mayor y puedas alcanzarlos.
Esperamos que estas estrategias te sean de gran utilidad ?
Fuente: Modo Emprendedor