Ni el talento ni la inteligencia son factores esenciales del éxito. Esto sí lo es.
Cuando pensamos en personas que tienen un gran éxito en cualquier oficio, a menudo concluimos que simplemente nacieron con un talento especial y que su destino fue lograr grandes cosas y sobresalir ante el mundo. Que ser el mejor es un requerimiento para el éxito.
Por algún motivo que desconocemos, asumimos que solo esas personas son los llamados a cambiar el mundo, a ser reconocidos y a tener la vida que muchos sueñan. ¿Sabes algo? Eso no es verdad.
Nadie nace como un increíble orador, como un increíble programador, como el mejor diseñador o el más espectacular músico. Nadie nace presidente o empresario, campeón del Tour de Francia o el tenista número uno del mundo.
Cada especialidad requiere años y años de esfuerzo y repetidos fracasos para desarrollar la habilidad necesaria. Pero la verdad es que cualquiera puede convertirse en lo que quiera ser, así parezca algo fuera de lo normal; así todos piensen que es imposible. De hecho ser el mejor no asegura el éxito.
Solo se necesita consistencia, persistencia y disciplina. La práctica constante y la capacidad de reconocer que la falla ocurrirá en algún momento, es vital para convertirse en algo fenomenal en cualquier oficio.
Un gran porcentaje de personas nunca será increíble en ninguna actividad o profesión. Esto no se debe a que carezcan de la capacidad de volverse sorprendentes. Es porque creen que deben ser sorprendentes para empezar.
La mayoría de las personas cree que para dominar un oficio, debe nacer con algún talento o habilidad especial.
Si bien es cierto que algunas personas son naturalmente mejores en ciertas actividades que otras, cualquiera puede dominar una habilidad con la suficiente consistencia.
El talento innato o la habilidad es un 10%, los recursos son otro 10% y el trabajo que dedicas representa un 80%.
Nacer con talento no asegura el éxito. Ser constante sí.
En general, el único factor que realmente determina tu habilidad para dominar un área es cuán duro estás dispuesto a trabajar en ella. Por supuesto, algunas personas nacen con más recursos disponibles para ayudarlos a dominar un oficio.
Por supuesto, no todos nacen con el mismo conjunto de habilidades. Pero el mayor predictor de dominio o destreza es simplemente cuánto esfuerzo estás dispuesto hacer para perfeccionar tu oficio. No tienes que nacer increíble, solo necesitas ser consistente.
No tienes que nacer increíble, solo necesitas ser consistente.
Si comienzas a hacer ejercicio 5 días a la semana, bebes un galón de agua por día y eliminas la mayor parte de la comida chatarra de tu dieta, no importa quién seas o que talentos innatos tengas: simplemente perderás peso.
Para perder peso, no es necesario nacer con alguna habilidad única o especial, solo tienes que estar dispuesto a realizar el trabajo necesario para lograrlo.
El éxito es el resultado de acciones, así de simple. No importa quién seas, si trabajas constantemente, con el tiempo te volverás un experto. La habilidad natural no te hará exitoso. La consistencia si lo hará.
No tienes que ser especial o ser el mejor. Solo tienes que estar dispuesto a trabajar duro. No tienes que ser increíble. Solo tienes que ser consistente.
El éxito es el resultado de la acción constante.
Fuerte: Modo Emprendedor