La conducción autónoma está más cerca de lo que pensamos
La verdadera conducción autónoma llegará en 2020, tal y como muchos fabricantes se han encargado de avisarnos, pero en 2017 veremos el verdadero inicio de este proyecto faraónico. Los fabricantes ya están incluyendo dispositivos que nos facilitan la tarea de conducción para acostumbrarnos a delegar diversas tareas propias del conductor en el vehículo y en 2017 será cuando lleguen a todos los públicos.
Muchos fabricantes están realizando grandes avances en materia de conducción autónoma introduciendo en los vehículos actuales diversos avances para que nos acostumbremos a delegar ciertas tareas, caso del aparcamiento automático, que modelos como el Focus lo equipan. En 2017 comenzarán a llegar los primeros vehículos casi autónomas a la par que comienzan las grandes pruebas de conducción autónoma.
La conducción autónoma no es más que un conjunto de tecnologías que unidas permiten que el coche pueda conducir de forma automática. Por el momento tenemos que hablar de un piloto automático, de un sistema al que le podamos decir: «ahora conduce tu».
Fabricantes como Audi o Ford tienen entre sus filas diferentes proyectos de gestión del vehículo en tráfico o en autopistas e incluso Volvo y BMW están trabajando en la forma de comunicar sus vehículos para prevenir accidentes, información del estado del tráfico y semáforos, etcétera.
Las marcas involucradas
Ford, Volvo, Mercedes Benz, Nissan, BMW y General Motors están realizando grandes innovaciones en materia de conducción autónoma.
Los Cadillacs a partir de 2017 podrán equiparse con un sistema de piloto automático, pensado para facilitar la tarea de conducción en los atascos, y un asistente de control de velocidad avanzado que unifica diversos dispositivos como el mantenimiento en el carril o el control de la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede. Como hemos dicho, muchos de estos sistemas ya se pueden encontrar en el mercado sin necesidad de irnos a vehículos de representación, pero en los próximos años veremos la importancia de conectar todos estos dispositivos tecnológicos para favorecer la conducción.
Este control de velocidad, denominado Super Cruise, combina tanto un asistente de mantenimiento de carril, evitando así que podamos salirnos de nuestro carril e incluso tomar algunas curvas (con la precaución requerida), y un control de distancia capaz de frenar o acelerar para mantener la distancia de seguridad que estimemos suficiente, bien sea medida en espacio o en tiempo.
El piloto automático es mucho más interesante y útil para un número muy elevado de conductores. Poder delegar la tarea de conducción en un atasco puede hacer que muchos trabajadores lleguen más descansados a su trabajo amén de evitar muchos accidentes a baja velocidad.
Además, tenemos que mencionar la comunicación entre vehículos, una información vital para determinar qué está sucediendo a nuestro alrededor, el estado del tráfico, semáforos, accidentes, obras… etcétera.
Como decía al inicio del artículo, llevamos unos cuantos años disfrutando de muchos estos elementos tan tecnológicos pero siempre de manera aislada, ahora, y como paso previo a la conducción autónoma, veremos cómo se relacionan entre ellos y qué pueden ofrecer al conductor de una forma conjunta.
Fuente: Alt1040.com