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La importancia del empaque para vender nuestros productos

El packaging de un producto es un elemento fundamental de conexión con el consumidor y, sin duda, la creatividad y el ingenio son la clave del éxito.

Algo que realmente nos fascina dentro del mundo del diseño, sin duda alguna, es el packaging de un producto. Un elemento de conexión con el consumidor donde la creatividad y el ingenio son la clave del éxito. Por eso packaging y creatividad son inseparables si queremos sorprender y vender más.

Si recibes, compras o te regalan algo y en seguida rompes el envoltorio y lo abres,… malo,… Sí, malo, porque eso significa que ni lo has mirado, ni te ha llamado la atención y, por supuesto, que no te ha sorprendido. Y ya te adelantamos que si pasa todo eso es porque no es un buen packaging. A nosotras nos fascina recibir algo y no querer ni abrirlo para no romper la magia de aquello que lo envuelve ¿no os ha pasado alguna vez comprar algo que dejas meses sin abrir hasta que se pone malo por no romper esa cajita taaaaan mona o ese envoltorio tan divertido que te hace sonreír cada vez que lo miras? Eso es un buen packaging.

Hoy tenemos en el mercado cientos de productos para elegir y cómo nos guiamos en la elección de los mismos depende mucho de nuestros ojos, así que su envoltorio y presencia mandan una señal a nuestro cerebro para comprar aquellas cosas que nos llaman más la atención. Debemos dar la misma importancia al in y al out, es decir, al producto y a su presentación. No importa que el producto sea sorprendente o maravilloso si su packaging no lo es, porque de su imagen exterior depende su capacidad de llegar a las manos del consumidor en un mercado plagado de productos muy similares que ofrecen las mismas ventajas.

Y por no hablar, claro, de la imagen de marca y en cómo un buen packaging contribuye en el branding de forma evidente. ¿Quién no es capaz de reconocer el packaging de Apple, por ejemplo? Si hasta da penilla romper la caja para coger el iPhone, iMac o iPad. Hasta que llegó Apple, la caja de un ordenador era lo menos atractivo del mundo, vamos, nada de encanto ni de glamour,… Pero ahora vemos cómo un ordenador y su packaging puede tener un diseño de alta calidad, tan limpio e impecable que ¡hasta haces hueco en el armario para guardar la caja! Así que el producto no es excusa para no innovar en el packaging, no importa si haces bombillas, vino o comida para gatos,… Siempre puedes diferenciarte, innovar y ser creativo en la forma en que llegas al consumidor.

Les dejamos algunos consejos para realizar un buen packaging:

  • Dale visibilidad

Crea un packaging que se vea bien, que tenga visibilidad y destaque dentro del lineal de productos que tenemos delante cada vez que vamos a comprar. Estudia bien la forma para encajar y destacar, la forma, los colores,…

  • Deja que el producto se vea

Al consumidor le gusta saber lo que compra, verlo y no tener luego sorpresas (negativas) al abrir el envase. Que el packaging tenga una ventana o un hueco, donde se deje entrever el producto que hay dentro, ayuda sin duda a decantar la balanza hacia ese producto.

  • Llama al comprador

Aprovecha la relación con el posible comprador que se sitúa delante de tu producto y dile algo de tú a tú, implícale en la compra y crea una relación más cercana.

  • Crea un valor añadido

Dale a tu packaging un valor añadido para que no sea simplemente un envoltorio de algo. Haz que el propio envase sirva para algo más una vez abierto o consumido el producto. Puede tener un cierre más útil que permita guardarlo una vez abierto o puede directamente convertirse en algo que puedas usar después, como un bote de cacao de metal que luego puedes usar para guardar otras cosas. No olvidemos que para esto, el diseño tiene que ser creativo y original porque si no, lamentándolo mucho, esa caja de metal irá igualmente a la basura.

Fuente: PuroMarketing.com

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