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Sin importar lo que quieras lograr en tu vida, seguro tendrás que aprender cómo hacer sacrificios. ¿Sabes por qué?

• Tener una exitosa carrera o una gran empresa requiere de mucho trabajo.
• Tener un buen cuerpo requiere de ejercicio y de alimentos que muy seguramente no te van a gustar.
• Valiosas relaciones requieren de confianza y compromiso.

De hecho, cualquier cosa que valga la pena requiere hacer cosas que tal vez no quieres hacer. Por ese motivo pocos logran grandes objetivos. Entre más grandes son, más serán las cosas que no querrás hacer. Aunque esto suene difícil, no tiene que ser así.

Desafortunadamente las cosas más fáciles y placenteras son las que menos beneficio tienen. Por eso la comida chatarra y el azúcar nos gusta tanto; y por el mismo motivo sentarte en el sofá a ver televisión todo el día puede llegar a ser tan adictivo y relajante.

Después de todo, tu cerebro te está diciendo que lo mereces.

Si quieres cambiar esta situación, te recomendamos lo siguiente.

Cómo hacer sacrificios.

1. Entiende que tú no eres tus pensamientos. 

Solía tomar muy enserio mis pensamientos. Apenas uno de ellos aparecía en mi mente, inmediatamente lo percibía y lo asumía como una verdad.

Si un pensamiento me decía que estaba aburrido o cansado, creía ciegamente en él. Sin embargo, con el tiempo he aprendido que no siempre debo escuchar mis pensamientos, primero debo aprender a identificarlos. Mi mente no es más que una caja de sugerencias.

Entender que el cerebro por naturaleza busca el camino fácil ha generado grandes diferencias en mi comportamiento y por supuesto en mis resultados.

Actualmente cuando mi mente me dice “estás cansado, deberías tomar una siesta ” o “eso es muy difícil de hacer, esto es más fácil” simplemente le agradezco por la sugerencia y continúo con lo que estoy haciendo.

2. Aprende esto: Estímulo, Percepción, Respuesta. 

No es la incomodidad la que te detiene, es la forma en que la percibes.

Tus creencias determinan tus respuestas y todo lo que elijas creer, está bajo tu control. Puedes asignarle el significado que quieras a la palabra incomodidad y como antes pensaba que era una señal para detenerme, eso era lo que hacia.

Actualmente es una señal que me indica que debo seguir. Decidí que cada ves que me sienta incómodo, es porque estoy en un lugar en el que nunca había estado, aprendiendo algo nuevo, experimentando nuevas sensaciones. Por tonto que suene, salir de tu zona de confortte hará sentir incómodo.

3. Ejercita tu músculo de la voluntad.

La voluntad es como un músculo. Entre más lo ejercites, más fuerte será. Si practicas lo suficiente, puedes cambiar tus comportamientos y todo a tu alrededor. Serás capas de hacer lo que otros temen hacer y podrás alejarte de las cosas que otros no pueden dejar de hacer. Ese nivel de control es exactamente lo que necesitas para ser una persona exitosa y tener resultados extraordinarios.

4. Practica la incomodidad voluntaria. 

Esta mejor manera de practicar la resistencia mental. Aquí hay algunos ejemplos.

• Báñate con agua fría.
• Solo toma agua.
• Levántate temprano incluso cuando no debes hacerlo.
• No bebas cuando salgas con tus amigos.

Estas son solo algunas ideas para entrenar tu resistencia mental. Escoge una y comprométete a realizarla. Si tu voluntad es baja, no es necesario que te pongas metas imposibles, empieza por tender tu cama cada mañana sin falta, o leyendo diariamente una página de un libro o haciendo 20 abdominales antes de acostarte.

¿Cómo hacer lo que no quieres hacer?

Si crees que no eres una de esas personas que pueda practicar la incomodidad voluntaria y no sabes cómo hacer sacrificios; ten en cuenta que aquella vos que debes controlar es la que te está diciendo que no eres esa persona.

Recuerda que no es una verdad absoluta, lo que tu mente te dice es solo una sugerencia. Si continúas, así tu mente te diga que no lo hagas, nada tendrá poder sobre ti.

Cada ves que superes una situación de incomodidad, notarás que serás un poco más fuerte. Incluso aquellos momentos incómodos empezarán a hacer parte de aquellos que disfrutas.

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Fuente: Modoemprendedor