Emprendedor: 5 señales de que te "estás quemando" - Movlim

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Emprendedor: 5 señales de que te «estás quemando»

Como emprendedores solemos ser muy optimistas. Creemos en nuestros negocios, en nuestros equipos y a pesar de las eventuales crisis de confianza, sabemos que somos los indicados para llevar a nuestras organizaciones al éxito.

Seguramente también tienes seguridad de quién eres y que tan bien estás funcionando en tu rol emprendedor. Pero una de las ideas que violamos más al manejar nuestras empresas es la creencia de que siempre mantendrás la energía y el entusiasmo.

La verdad es que el cansancio emprendedor o burnout es un fenómeno muy común. Muchos emprendedores pueden llegar a un punto en el que odien su labor y no puedan soportar la idea de continuar, ya sea por una combinación de exceso de trabajo, ignorancia de los efectos del estrés o falta del desfogue necesario.

No es una buena posición, pero no pasa de noche a la mañana. El burnout te va llegando cuando no pones atención, a través de eventos inocentes y repetitivos. Entonces, ¿cómo puedes darte cuenta de que te “estás quemando” antes de que sea demasiado tarde?

Encontrar las señales del agotamiento emprendedor a tiempo te ayudará a combatirlo.
1. No te emociona ir a trabajar
A nadie le emociona ir a trabajar todos y cada uno de los días, pero los que tenemos un buen empleo solemos disfrutarlo con regularidad. Hay altas y bajas como en todo, pero la constante es la alegría. Esta tendencia es todavía más poderosa entre los emprendedores. De hecho, la mayoría de dueños de nuevos negocios aman la idea de salir de la cama para continuar la construcción de sus sueños.

Sin embargo, si sientes que ya no te excita la idea de ir a trabajar (si te cuesta trabajo levantarte por las mañanas o si te choca la idea de ir a la oficina), estás frente a una señal de que te estás empezando a “quemar”. Trata de encontrar nuevas razones para emocionarte acerca de tu trabajo o haz los cambios que creas necesarios para eliminar las cualidades negativas de tu labor.

2. Te irritan tus compañeros de trabajo, clientes o socios
Tú construiste esta compañía y tú elegiste al equipo. Escogiste a los empleados, socios y clientes con los que trabajas, entonces, ¿por qué te irritan tanto? No es posible llevarse bien con todo el mundo todo el tiempo, pero si sientes que cada vez te enojas o te frustras más fácilmente, puede que estés proyectando tu fastidio en los demás.

Pregúntate si estas personas están haciendo algo realmente mal; si es así, da la retroalimentación necesaria. Si es el caso contrario, acomoda tus expectativas y trata de dilucidar qué es lo que realmente te está haciendo sentir mal.

3. Estás física y mentalmente exhausto
Este es un signo clásico de burnout así que no debes ignorarlo. Muchos emprendedores se presionan hasta el punto del cansancio total, pero si te has estresado mucho por demasiado tiempo, estás haciendo las cosas mal. Puede que llegues incluso a presentar síntomas físicos como dolores de cabeza, contracturas y otros males.

Date un tiempo para descansar y cuidar de ti mismo. Come saludable, haz ejercicio y duerme lo suficiente. El trabajo se hizo para que nunca se acabe, así que siempre puede esperar un poco.

4. Estás desilusionado de tu negocio
La mayoría de los emprendedores son optimistas de corazón. Sentirse abrumado por el pesimismo o la desilusión no es necesariamente una señal de que tu negocio vaya mal, es más bien una manifestación de tus sentimientos internos.

Si has trabajado muy duro y todavía no obtienes las recompensas que esperas, es fácil perder la esperanza y pensar que tu empresa tiene pocas oportunidades de triunfar en el futuro. No dejes que esto te pase: da un paso atrás y haz una evaluación honesta y objetiva de tu compañía. Pide la perspectiva de un tercero para saber que el análisis no esté corrompido por tus propios sesgos.

5. Te sientes desconectado
Esta es la marca por excelencia del burnout: vas al trabajo y aun logras cosas, pero te si entes alejado y desconectado, casi como si vieras tu labor desde un punto fuera de tu cuerpo, Puedes incluso sentir que tus proyectos son insignificantes o que no merecen la pena.

Estos sentimientos de desconexión tienden a manifestarse luego de largos periodos de rutina que se combinan con una falta prolongada de resultados. No hay manera sencilla de compensar estas sensaciones, pero puedes tratar de enfocarte en el trabajo que sí te da resultados o pensar otra vez en las motivaciones que te llevaron a emprender en primer lugar.

La mayoría de las personas experimenta este consumo laboral en algún punto de su carrera, pasatiempo y vida personal. Es normal y común, aunque no precisamente sano.

Cuando llegas a las etapas finales del burnout, no significa que no debiste emprender. Es más bien una marca clara de que has entregado demasiado de ti y, aunque debes estar orgulloso por eso, es momento de hacer un alto y cambiar de dirección.

Fuente: Entrepreneur

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