Una marca es un atajo mental para ser recordado
Como seres humanos, tenemos una limitada capacidad que no nos permite recordar todo lo que vemos y aprendemos a través de los estímulos a los que estamos expuestos.
No obstante, vivimos en una sociedad que nos bombardea con una cantidad abrumadora de información.
Entonces, ¿cómo organizamos toda esta maraña? Con marcas.
Las marcas son “etiquetas” para clasificar información
Las compañías necesitan una forma de adherirse a la mente de los clientes, de manera que sean fácilmente evocadas en el momento de la decisión de compra. Como no podemos recordarlo todo ni tener presente cada cosa que nos interesa, ahí es donde entra en juego el valor de una marca. Una marca es un atajo mental para el cliente. Es la forma sencilla de evocar de forma resumida lo que ese producto, servicio, empresa, persona u organización representa.
A menos que ya sea una marca reconocida o una persona de alta visibilidad, mucha gente aún no sabe que su negocio existe. Es por eso que cada vez que alguien escucha por primera vez acerca de usted y lo que vende, no tiene un contexto de quién es o el valor que podría generar. Y esta posición de incertidumbre lo pone en desventaja en la mente de la gente, porque la incertidumbre genera vacilación para comprarle.
¿Por que tomarse el trabajo de construir una marca?
Una marca lo diferencia – Un mercados cada vez más competidos donde a los ojos del consumidor una empresa luce igual a la otra, la marca y lo que representa lo separan del lote y crea valores únicos asociados a su negocio. Piense por ejemplo en el saturado mercado de cafés y cómo el posicionamiento asociado a la marca Juan Valdez la diferencia del resto.
Una marca le ahorra tiempo y dinero – Una marca sólida y bien posicionada permite el desarrollo de nuevos productos o servicios, cobijados bajo la misma sombrilla. Las extensiones de marca llegan más rápido a los mercados porque parten de una marca preestablecida. De esta manera no tiene que invertir en promover de cero cada nuevo producto/servicio, sino que empieza con la marca “sombrilla”. Es el caso de marcas tan populares como Johnson & Johnson, que cada producto es lanzado bajo la reputación de su marca principal.
Una marca genera agrado – Una buena marca genera aprecio, cercanía e identificación. Siendo en muchos casos el primer estímulo que recibe un cliente potencial sobre la empresa, el diseño de la marca puede hacer la diferencia entre querer saber más u olvidarse por completo. Es ese contacto inicial que define si hay “química y amor a primera vista”. Marcas como Pequeñas Indulgencias, Como quieres que te quiera o Locos por el fútbol generan empatía así nunca haya escuchado de ellas, a diferencia de otras como las jugueterías Apio Verde, que no se relacionan afectivamente con su mercado objetivo.
Por eso una marca es un poderoso activo
Un activo que bien desarrollado y comunicado consistentemente, hará la diferencia entre el negocio de los competidores y su negocio. La marca es el sello distintivo que reúne y evoca los beneficios de un producto para el consumidor. Identifica y asocia una oferta de valor.
Cuando un cliente busca repetir una experiencia positiva con un producto, simplemente busca la marca que se los proporcionó. Es un referente. Le permite esperar los mismos estándares de calidad que ya experimentó. Para eso sirven las marcas, para comunicar al consumidor de una manera corta una serie de beneficios.
Fuente: Bien Pensado