Alcanzar el éxito a través de la mejora continua
El método Kaizen permite desarrollar acciones específicas, sencillas de implementar y de poca inversión que implican a todos los miembros de una organización.
Las empresas que tienen éxito tienen un nexo común: trabajan en la mejora continua a través del desarrollo de acciones específicas, sencillas de implementar y de poca inversión y en la que se implican todos los miembros de la organización. Es lo que se conoce como metodología Kaizen.
Como sostiene Juan Torrubiano, gerente de la consultora Improven, «Kaizen es una actividad de toda la plantilla en su trabajo diario: mejorar. Este significado provoca que todos, cuando hablamos de metodología Kaizen, desde el operario de producción hasta el director general, deban redefinir su trabajo y participar activamente en la mejora. Este es el verdadero significado de la mejora rápida, para generar la suficiente energía en la organización y que unos y otros se dediquen activamente a generar mejoras, a tomar acciones que físicamente cambien la realidad generando resultados sostenibles y significativos».
En ese sentido, un estudio de Kaizen Institute, consultora especializada en mejora continua para el crecimiento sostenible de las empresas, ha analizado el crecimiento y la facturación de las startups, llegando a la conclusión de que el denominador común en los mayores casos de éxito radica en la aplicación de forma intrínseca de los principios Kaizen en sus bases, que multiplica su facturación en pocos años. Este análisis se ha realizado observando la evolución en los últimos años de varias empresas emergentes del sector retail y productos de consumo, basándose en la cartera de clientes que la consultora tiene en todo el mundo.
El citado estudio identifica tres valores básicos y comunes a todas estas startups que han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años:
1. Enfoque al cliente
«Para estas empresas, la gestión de la calidad tiene entre sus objetivos no solo satisfacer las necesidades de los clientes, sino superar con creces sus expectativas. Se maximiza la personalización, se reducen los plazos y se presta atención a los pequeños detalles. Se genera una vinculación con el cliente más allá del producto o del servicio ofrecido, situándole siempre en el centro y teniendo en cuenta sus necesidades presentes y futuras y su forma de pensar. Los clientes se identifican con estas empresas, generando unos grandes niveles de retención y viralizando el uso de sus productos».
2. ‘Time to market’
«Estas compañías apuestan por la innovación continua y un amplio surtido que permite a sus clientes diferenciarse con productos únicos. Sus procesos de diseño y puesta en el mercado son muy ágiles, al eliminarse los procesos largos y burocráticos y reducirse el número de personas que intervienen, la toma de decisión a varias escalas y los altos costes de desarrollo. Este modelo implica una reducción de los equipos, materiales, espacio y tiempo necesarios para lanzar un nuevo producto, rebajando de forma drástica los costes de desarrollo y el tiempo de puesta en el mercado».
3. Eficiencia en el flujo
«Estas empresas obtienen sus productos directamente en origen, eliminando intermediarios, y, en muchos casos, se envían directamente al destino. El incremento de coste por los envíos unitarios se justifica por la reducción del desperdicio generado en los movimientos, almacenajes y sobreprocesos intermedios, teniendo como resultado una reducción masiva de los stocks y el capital inmovilizado, a la vez que se reducen los plazos y se aumenta la flexibilidad para atender al cliente. Se trata de tener el producto correcto en el lugar adecuado, en el momento oportuno y en la cantidad idónea, minimizando el desperdicio, siendo flexibles y estando abiertas al cambio. Logran así una producción ajustada, limpia, ágil y sin desperdicios».