¿Eres un empleado comprometido?
El empleado para toda la vida ya no existe. Las aspiraciones y el éxito profesional aumentan la rotación no deseada de personal, por lo que las empresas saben que atraer el talento no es su única preocupación, sino que tienen que aprender a mantenerlo.
El trabajador comprometido es el idóneo para estas compañías, que buscan la fidelización dentro del volátil mercado laboral. Descubre aquí las cinco claves que demuestran si estás verdaderamente enganchado a la firma en la que trabajas:
Ambiente sano.
“Cuando un profesional está feliz con su trabajo y disfruta de un buen clima profesional, lo lógico es que aumente su grado de compromiso”, afirma Genoveva Vera, coach y experta en liderazgo. El contexto en el que se enmarca la actividad laboral es clave para fidelizar al profesional. Un escenario positivo y enérgico motivará al trabajador, generando interés y aumentando las ganas de formar parte de un equipo con el resto de la plantilla. “Es difícil que alguien infeliz en la empresa esté implicado”, sostiene Paco Muro, presidente de Otto Walter.
Profesionalidad.
Demostrar tu valía personal es el segundo paso para manifestar tu fidelidad. Vera asegura que “el profesional que conoce perfectamente su trabajo y lo realiza de forma excelente, obtiene los resultados previstos”. La flexibilidad, la responsabilidad y la cooperación son aptitudes propias del colaborador implicado. Añade que “tener una conducta empática es necesario para forjarse una reputación sólida”.
La fama que se labran los empleados tiene una relación directa con la profesionalidad y también con la implicación empresarial. Esto no significa que su relevancia les suponga el reconocimiento de la empresa y del jefe: “Existen hormiguitas silenciosas que se dedican a hacer su trabajo sin buscar protagonismo ni hacer ruido innecesario”, sentencia Muro.
Transparencia.
“El tiempo siempre pone las cosas en su sitio”, declara Cristina Caamaño, executive manager de Page Personnel. Lo importante no es qué se dice sino cómo se dice. Caamaño apunta que “un colaborador comprometido con su empresa es aquel que habla bien de ella, sea cual sea el contexto y la audiencia”.
En un mercado laboral dominado por las redes sociales, a las compañías les preocupa cada vez más que un candidato, que luego se convertirá en trabajador, hable mal de la organización. Por esta razón, los procesos de selección son cada vez más rigurosos; es el punto de partida para fidelizarlos. Más aun si se tiene en cuenta que esto provoca una viralización positiva de la marca en un contexto en el que los profesionales empiezan a poder escoger dónde van a trabajar.
Gestión emocional.
Las personas somos emocionales y muchas veces no podemos evitar trasladarlo al ambiente laboral, por ello es importante controlar los sentimientos en el trabajo. “Alguien que explota emocionalmente por cualquier cosa, o que busca sacar lo peor de los demás, no es fiable”, señala Vera. En este sentido, tiene especial relevancia la influencia de los compañeros del trabajo.
Ellos son un factor determinante que te mantiene unido a la corporación, un mástil en el que poder apoyarte. “El trabajo en equipo, la disposición a ayudar, cuidar las relaciones entre compañeros y arrimar el hombro cuando las cosas se ponen difíciles son actitudes necesarias para la colaboración “, aclara Muro.
Colaboración.
Por último, aquellos que buscan el bien común de la compañía demuestran estar integrados en la marca: “Es un excelente detector de gente comprometida. El bien común manifiesta una implicación superior con la firma, aun cuando la idea propuesta no pueda ser aplicada”, matiza Muro. También, añade que “este compromiso no se compra con dinero. El que se implica porque le pagan más es un mercenario”, y es que el factor dinero no se encuentra entre los imprescindibles al hablar de fidelidad: ‘Te subo el sueldo por el compromiso demostrado y no para que te comprometas”, concluye.
Lealtad del profesional.
Según un estudio de HayGroup, el verdadero triunfo de las organizaciones es conseguir la lealtad de sus colaboradores. El 78% de los trabajadores admite estar orgulloso de trabajar para su firma y se sienten comprometidos. En los últimos diez años se ha modificado significativamente la forma de medir la fidelidad. Algunas de las causas de este cambio han surgido por la individualización que han promovido la globalización 2.0 y la era digital.
Las nuevas tecnologías han personalizado al profesional, que tiene sus propias redes sociales y su reputación. Con un solo ‘click’ del ratón los trabajadores pueden arruinar la fama de la organización. Por ello, es importante la colaboración para transmitir la imagen de marca. Sin duda, son los profesionales más comprometidos los que buscan promocionar la empresa. Eduardo Kuperman, director de personal de la empresa farmacéutica Teva, recuerda que “la colaboración es un arma poderosa por una simple razón: ninguno de nosotros es más inteligente que todos nosotros juntos”.
Fuente: Gestión