¿Cómo impulsar la productividad laboral en una empresa?
Las empresas que alcanzan el éxito, económico y social, tienen un rasgo en común: la calidad del trabajo de sus empleados. Mejorar la productividad laboral es un factor irrenunciable porque de ello dependen, directamente, los retos fundamentales de una compañía. Lograr mejores resultados, gestionar con éxito los procesos tecnológicos y de innovación, adquirir ventajas competitivas y ofrecer un excelente servicio de atención al cliente, solo se pueden conseguir desde el cuidado y la atención hacia la gente que trabaja en la empresa.
La productividad laboral no es el fruto de trabajar más horas -algo que incluso puede ser perjudicial a la larga- sino de potenciar entre los miembros del equipo aspectos esenciales como la motivación, la confianza y el compromiso. Para cultivar esas sensaciones es vital evaluar el impacto de la cultura organizativa y empresarial en los entornos de trabajo. Una compañía que inspire acciones motivadoras e ilusionantes, que promueva un ambiente integrador y tolerante, que esté comprometida socialmente y mantenga un elevado espíritu innovador y de cambio tendrá un gran potencial productivo al crear un clima laboral que estimula las capacidades de la gente y su fidelidad para alcanzar los objetivos.
Los factores que impulsan la productividad laboral
El mayor logro de una empresa a favor de la productividad laboral es que cada uno de sus miembros se sienta parte de ella y de su éxito, que ésta colme sus aspiraciones y que experimenten, cada día, el orgullo de pertenecer a una compañía con una cultura reconocida y valorada socialmente. Desde Great Place to Work® apostamos por este enfoque. Es una labor compleja que exige cambios en la forma de pensar y actuar, que deben ir unidos a una actitud de compromiso para convertirse, poco a poco, en una empresa cada vez mejor.
Las estrategias para elevar la productividad se pueden consolidar actuando sobre estos cinco puntos claves:
1. El ambiente de trabajo
Es un factor que Influye directamente en los aspectos emocionales de los empleados, en su confianza y compromiso, que son vitales para que puedan aportar un trabajo más productivo. Crear un entorno ergonómico y agradable donde se pueden establecer relaciones abiertas, tolerantes e integradoras favorece mucho la participación, las ideas y un trabajo de mayor calidad.
2. La comunicación
Encontrar las mejores fórmulas de comunicación interna suele ser un hándicap para muchas empresas y, sin embargo, unida al ambiente laboral, es una herramienta clave para activar los impulsos emocionales y elevar la productividad. Es fundamental aprender a comunicar con honestidad los planes de la empresa, sus objetivos y estrategias, explicando con claridad el cómo y el porqué. Así se logrará el respeto, el compromiso y la mayor sintonía posible del grupo de trabajo. La comunicación ha de ser bidireccional, escuchar a la gente es muy importante para hacer los cambios necesarios que mejoren las cargas de trabajo o las tareas, es decir, todo aquello que les ayude a ser más eficientes.
3. La innovación y la tecnología
La era digital potencia los elementos de innovación y las capacidades productivas. Hace más sencillas y ágiles muchas tareas y permite el desarrollo de nuevos elementos y puestos de trabajo que incrementan el rendimiento de la compañía. Sin embargo, hay que entender que algunas personas pueden tener problemas para adaptarse a los cambios tecnológicos y manifiesten una cierta resistencia, necesitarán una atención especial y la formación adecuada para que mantengan su autoestima y su capacidad productiva.
4. La gestión del talento
El talento es el recurso más buscado por las mejores empresas. En un momento difícil como el actual los profesionales con más talento pueden elevar la capacidad competitiva de una compañía, aportar una visión más innovadora y encontrar nuevas fórmulas para solucionar los problemas que puedan surgir. Es necesaria una propuesta activa y atenta para captar a las personas con más habilidades multidisciplinares e incidir en los beneficios de una cultura con un impacto social positivo que atraiga el interés de los mejores profesionales del sector. Sin olvidar el apoyo constante a los recursos humanos ya existentes, con planes profesionales individuales y formación continua para favorecer un mayor rendimiento y compromiso.
5. Los retos y expectativas
Los retos y desafíos son un estímulo para muchos profesionales. Las mejores empresas siempre tienen en mente proyectos ambiciosos e innovadores. El diseño y puesta en marcha de estos planes no solo apunta a un beneficio económico sino que permite que las personas con más inquietudes puedan desarrollar su trabajo con mayor entusiasmo y motivación, al ver en ellos una gran oportunidad de desarrollo personal. Además, las empresas que implantan procesos de mejora continua en busca de la excelencia empresarial son, de manera natural, más eficientes y productivas.
La evolución y el cambio son estrategias indispensables en el mundo empresarial. Mejorar la productividad va ligado a la implementación de cambios organizativos y culturales, dejando atrás las pautas que ya no funcionan. Es esencial una comunicación abierta e integradora para crear ambientes de trabajo que alimenten la motivación y el compromiso. Las personas son más productivas cuando se sienten valoradas y apoyadas en un entorno de confianza. Esto refuerza su sensación de orgullo y pertenencia al percibir que su trabajo es útil y colabora en un fin beneficioso para todos.
Fuente: Negocios y Emprendimiento