Si quieres ser tu propio jefe, responde estas 6 preguntas antes
Empezar un negocio es como construir un bote de la nada y empezar a navegar. A menos que elabores embarcaciones de manera profesional desde pequeño, las cosas se pueden poner feas muy pronto.
Continuando con la metáfora: el problema de muchos que quieren ser emprendedores que son como marinos que saben navegar en aguas abiertas, pero no saben construir barcos. Solamente saben navegar.
Yo no empecé mi negocio como un capricho después de que me despidieron de mi último trabajo de tiempo completo. Ya estaba en la industria correcta, había aprendido mucho de algunas de las mejores mentes en el sector y hacía trabajos de freelancing. En otras palabras, tenía una buena idea de cómo construir un bote para las aguas a las que me estaba aventando a navegar.
Si quieres empezar tu propio negocio, pero solo tienes experiencia trabajando para un supervisor, necesitas hacer un verdadero análisis interior y estudiar bien tus razones. Pregúntate estas seis cuestiones antes de empezar.
1. “¿Podría sobrevivir, financiera y psicológicamente, siendo más pobre de lo que soy ahora?”
De acuerdo con diversos datos, la mayoría de los pequeños negocios quiebra al llegar a la marca de los dos años de vida. No parece un panorama muy alentador para los nuevos emprendedores.
A menos que tengas una genialidad oculta, lo más probable es que vayas a fracasar en tu primer intento. Y es totalmente normal. Incluso si logras mantenerte, seguramente no ganarás tanto como lo haces ahora con tu empleo.
Muchas grandes historias de éxito, incluyendo la de J.K. Rowling, comenzaron atravesando momentos de grandes dificultades. ¿Puedes soportar que las cosas se pongan difíciles?
2. “¿Podría trabajar individualmente, sin el apoyo de otros?”
Es muy divertido pensar en esa gran idea de negocios que tienes, pero ejecutarla es otra historia. Como la fundadora de Freelancers Union Sara Horowitz descubrió cuando creó un plan médico para trabajadores independientes, el trabajo remoto puede ser muy solitario y deprimente.
Los que trabajan por su cuenta tienen peor salud mental y mayor estrés que quienes tienen un trabajo de tiempo completo. Esto no es de sorprender, considerando todos los riesgos asociados con iniciar tu propio negocio. Seguro, tú tienes el control de tus horarios y eres tu propio jefe, pero también debes trabajar más horas, casi siempre en soledad y potencialmente ganas menos que tus amigos con empleo.
Un estudio holandés descubrió que a los freelancers les cuesta mucho separar los conflictos del trabajo con los de su casa y tienden a convertirse en workahólicos. ¿Te imaginas trabajando en estas condiciones?
3. “¿Realmente quiero aprender de marketing, ventas, contabilidad, etcétera?”
Cuando arranqué con Tailored Ink, rápidamente me di cuenta de que había varias habilidades que no tenía y que debía aprender de manera inmediata. Por ejemplo, si hasta ahora te has enfocado en diseñar, te hacen falta otras capacidades para dirigir una agencia de publicidad. La mayoría de los emprendedores concuerda que para triunfar hay cinco habilidades de negocios básicas que debes conocer para triunfar:
Ventas: para que no te mueras de hambre
Marketing: para que puedas vender más
Management: para que no estés solo
Planeación: para que puedas crecer y ser competitivo
Adaptabilidad: para que puedas hacer cambios en caso de ser necesario
4. “Siendo honestos, ¿quiero triunfar siempre?”
Cuando era más joven pasaba mucho tiempo jugando videojuegos. De hecho, estoy convencido de que esta práctica me dio habilidades esenciales para triunfar en los negocios.
Más importante, jugar por horas me ayudó que soy un overachiever, de esas personas que siempre quieren lograr más. Cuando fijo mi mirada en una meta específica, la persigo antes de pasar al siguiente objetivo. Me cuesta trabajo vivir en el presente y disfrutar lo que ya he logrado porque siempre estoy pensando cuál debe ser mi siguiente paso.
No digo que esto sea buen o malo, solo que es parte de mi personalidad. Y de cierta manera me ayudó a lograr mucho en corto tiempo.
5. “¿Me siento cómodo delegando tareas a otros?”
Eso es algo que a mí no se me da de manera natural. Para cuando me volví un emprendedor, ya había experimentado como tutor, mentor y maestro, pero cuando tuve que delegar tareas que afectaban mis ganancias, me costó mucho trabajo.
Como la persona introvertida que soy, tiendo a ser muy autosuficiente. Y, a diferencia de los extrovertidos, recargo pilas al estar solo. Soy muy independiente.
Pero eso solo funciona si eres un freelancer de poca escala, no si quieres manejar un negocio serio que crezca. En algún punto, vas a tener que delegar. Y eso significa encontrar, entrenar y confiar en personas a las que no siempre vas a poder monitorear.
5. “¿Seré un buen mentor?”
No puedes delegar de manera efectiva si no sabes gestionar de manera efectiva. Y, a pesar de lo que muchos coaches de negocios te puedan decir, el management no solo se trata de conocimiento. En palabras del almirante Grace Murra Hopper, “Manejas cosas, lideras personas”.
Incluso si tienes una maestría en negocios y entiendes lo que es el management en un nivel logístico, podrías estar alejando a tu mejor talento. No basta con saber gestionar, debes querer hacerlo. Y eso significa ser un mentor.
¿La idea de guiar a otros te da pavor o te emociona? ¿Te tomas el tiempo para explicar a los demás lo que esperas de ellos o solamente te molestas? ¿Te importan tus colegas y lo que pasa en sus vidas personales?
6. “¿Todavía quiero ‘construir ese bote’?”
Cuando te detienes a pensarlo, la primera persona que amarró unas tiras de madera y se echó a la mar debió haber estado muy loca. Los innovadores de hoy, como Elon Musk, están igual de locos (aunque de una manera muy propia). Tienen hambre de riesgo y fracaso.
No necesitas ser tan arrojado para empezar tu propio negocio. Hay muchos manuales para construir barcas y guías que puedes seguir. Tal vez estás diseñando un bote en el que alguien ya pensó, ¡lo cual está bien porque podrías mejorarlo!
Pero necesitas ser honesto contigo mismo sobre las habilidades que sí tienes y sobre aquellas que tienes que aprender.
Es mejor averiguarlo antes de que una tormenta voltee tu barquito.
Fuente: Soy Entrepreneur