Tiene marca personal pero… ¿sabe cómo aprovecharla?
Tener claro qué te define e identificar a tu público es el comienzo para crear tu marca personal que, a partir de ese momento, se convertirá en el medio más eficaz para lograr tus objetivos.
Los primeros de la lista no tienen que hacer mucho esfuerzo por cultivarla, a veces les viene dada… pero es cierto que hasta llegar a ese nivel algo han tenido que hacer.
Recuerda que la marca personal es un sello que, en la mayoría de los casos, otorgamos los demás y no siempre es sinónimo de popularidad, aunque eso ayuda para dar un primer paso. En todo caso, conseguir una marca es algo que está en tus manos. Lo complicado, una vez conseguido, es gestionarlo sobre todo si tienes que luchar con los que te rodean.
“En el mundo empresarial son muchos los directivos que ven con recelo que un empleado trabaje su reputación personal”, recuerda Francisco González Bree, profesor de innovación de Deusto Business School. “Suelen justificar ese rechazo argumentando el daño a la marca de la empresa o la pérdida de tiempo”, añade.
¿Te conoces?
Ni una cosa ni la otra. Este experto menciona los datos que otro gran conocedor de la marca personal, Ryan Erskine, hizo públicos en Fox News: “Los mensajes compartidos por los empleados tienen mayor alcance y son compartidos más veces. Además, los empleados tienen diez veces más seguidores de media, y su contenido aporta ocho veces más de engagement -compromiso- que el viralizado oficialmente por la empresa”.
Como profesional tienes el poder en tus manos. Pero antes conviene que te plantees un par de preguntas: ¿tienes una marca? ¿sabes gestionarla? Como recuerda Jesús de Molina, personal brander en Eada Business School, “la marca la tenemos desde el momento en que nos relacionamos con otros. La cuestión es si esa idea que tienen los demás de nosotros se ajusta a la realidad y si nos gusta”.
Algunos de los indicios que confirman que somos populares los señala Igor San Román, CEOy fundador de Socialitas -compañía online de venta directa de servicios de community management-: “Tenemos una marca cuando se nos empieza a identificar con una imagen determinada y se nos reconoce como personas con algo valioso y fiable. Pero, sobre todo, cuando somos capaces de influir y, en consecuencia, nos posicionamos entre los líderes en nuestro sector, pasando a formar parte de la excesiva oferta, del selecto club de la demanda”.
Para Rodrigo Miranda, socio director general de ISDI, el atributo de marca se puede detectar de forma matemática en la red, “en el momento que la gente te pregunta sobre ciertas cuestiones o cuando publicas algo clican de forma masiva al ‘me gusta’. Eso ya es una señal”. Esto también requiere una contrapartida para que se mantenga en el tiempo: “Responder y actuar con coherencia. Es fundamental para lograr una audiencia afín”, asegura Miranda.
La audiencia.
Dice el profesor González Bree que “dentro de las redes podemos analizar métricas como el crecimiento de nuestra audiencia cautiva en medios sociales, o nuestra interacción con todas nuestras cuentas y en el grado de réplicas en los mensajes”. Sin embargo, también considera importante “escuchar todas las señales como, por ejemplo, ser solicitado para un mayor número de conferencias o reuniones con expertos, aparecer con más frecuencia en los medios de comunicación o ser reconocido en el sector, recibir muchos comentarios positivos del entorno profesional e incluso reconocimiento y premios”.
El peligro de una popularidad semejante es morir de éxito. Por eso San Román explica que “necesitarás tiempo para construir tu marca y gestionarla. Si no estás dispuesto a invertir el tiempo necesario para seguir cultivando tu reconocimiento, es mejor pasar inadvertido desde un low profile, y sobre todo, ser honesto. De lo contrario, esa popularidad será muy efímera. La red tiene memoria”.
Los seguidores que has logrado con tu blog desaparecerán muy rápido si careces de autodisciplina para hacer, al menos, un post semanal. “Los ciclos de vida de un producto suelen tener forma de campana: lanzamiento, crecimiento, madurez, declive y desaparición. El márketing se ha ocupado de prolongar el tiempo de vida del producto. Es importante valorar esto con nuestra marca personal, relanzándola cuando sea necesario”, afirma González Bree.
Crea tu mapa de identidad digital.
Quién eres y cuáles son tus objetivos son los primeros pasos para crear tu mapa de identidad digital, una guía que te ayudará a posicionarte personal y profesionalmente. Rodrigo Miranda, socio director general de ISDI, señala las preguntas básicas que debes plantearte para dibujar este mapa:
- ¿Qué talento tengo que me hace diferente a los demás y aporta valor?
- ¿Qué quieres conseguir?
- El rastro que dejo en la red habla de mí pero… ¿cómo me están percibiendo los demás?
- Eres único pero… ¿por qué? Especifica tres atributos de marca, resume tus hitos profesionales, defínete en un ‘tuit’ y explica qué es lo que más te gusta hacer profesionalmente.
- Analiza tu reputación. Es tan fácil como teclear tu nombre en Google.
Define, en porcentaje, hasta dónde quieres comunicar tu faceta personal y profesional. - Elige un nombre.
- Analiza qué se dice de ti.
- Revisa tu identidad digital.
- Dibuja tu mapa.
La estrategia para estar en la cresta de la ola
“Una marca personal reconocible abre puertas allá donde vaya, pero no hay que engañarse: las marcas poderosas son aquellas que hacen algo mejor que el resto y, además, están valoradas socialmente. No es cuestión de gestionar bien las redes, aunque eso puede ayudar”.
Esta explicación de Jesús de Molina, ‘personal brander’ en Eada Business School, resume el esfuerzo que requiere tener una marca, y mantenerla. Diferenciarte de la competencia, hacer crecer tu círculo de contactos, generar nuevos clientes y abrir nuevas posibilidades profesionales y de negocio son los consejos que aporta Francisco González Bree, profesor de innovación de Deusto Business School.
También menciona la retribución como una de las facetas interesantes: “Es posible conseguir ingresos por distintas vías e incluso recibir productos gratis, vales de regalos, invitaciones para actividades sociales, etcétera”. Rodrigo Miranda, socio director general de ISDI, apunta que “hay personas que viven de su canal o perfil, pero son las menos y suele ser variable. Podemos encontrar desde tarifas de 70 euros por un ‘post’ patrocinado en un blog de nicho, hasta las cifras que manejan los famosos con millones de seguidores por un ‘tuit’”.
Sin embargo, Igor San Román, CEO y fundador de Socialistas, recuerda que no todo está en nuestras manos: “La red se ha convertido en un ecosistema habitado por personas de toda clase que no dudan en hacer daño de forma gratuita. Si te cruzas con alguna de ellas no tienes mucho margen de maniobra, salvo tener paciencia y templanza”.
Fuente: Gestión