“¿Técnicas y herramientas de marketing online? ¿Qué es eso?” Esta es la primera frase que oigo de los clientes cuando, después de contarme sus esfuerzos e incursiones en las redes sociales, con resultados más que discretos, oyen la palabra “técnica”.
¡Las técnicas lo son todo! En efecto, son muchas las personas que se lanzan a escribir posts perfectos sobre su negocio, que cuelgan magníficas fotografías de sus productos en Facebook, Instagram y Twitter, que publican ofertas con las que deberían romper el mercado… sin éxito. Son las mismas personas que unos meses después dicen “Las redes sociales no sirven para nada”.
Craso error. Y es que difundir un mensaje y formar una comunidad no depende solo de unos buenos contenidos. Los contenidos son solo una parte del éxito. Importante, sin duda, pero a los que se debe acompañar de técnicas y herramientas. Y de tiempo y esfuerzo, todo sea dicho.
Contratar un profesional del marketing, una buena inversión
Toda empresa debería ser consciente de que contratar un profesional del marketing es dar un salto adelante con unos resultados visibles. Quizá no económicos a corto plazo, ¡que también puede ser, vía campañas SEM! Pero sí en difusión de la marca, en posicionamiento en el todopoderoso Google y en tráfico de calidadhacia la web o ecommerce de la empresa en cuestión. Todo es medible en internet. Y eso es importante anotarlo.
Pero ¿cómo saber si un profesional es bueno o malo? Hablando. Planteándole problemas concretos y pidiendo soluciones que vayan directas al grano. Remedios específicos para necesidades reales y bien diagnosticadas. Y aquí entran en escena… ¡Lo has adivinado! Las técnicas y herramientas que solo los marketers conocen al dedillo.
¿Sabías que…?
¿Sabías que la segmentación de anuncios en Facebook es más certera y potente si usamos la versión inglesa de esta red social? ¿Y que podemos buscar usuarios similares a nuestros fans o a nuestras bases de emails con la herramienta Facebook Lookalike Audiences? ¿Y que podemos crear con Facebook campañas de remarketing (sí, esos anuncios que nos persiguen)?
Las técnicas son muchas veces las que distinguen a aquellos profesionales que hacen crecer las comunidades y las ventas, de aquellos otros que solo publican buenos artículos. Y seamos sinceros… ¿queremos imagen de marca o queremos vender? Si las dos van en el pack, lo compramos. Técnicas, técnicas… ¿Verdad que ahora te interesan?
7 técnicas infalibles para marketers
Si hablamos de técnicas, podemos hablar de cientos de ellas. Cada profesional del marketing tiene las suyas y las coincidencias entre unos y otros puede oscilar de un 10% a un 70%. Por tanto, el margen de discrecionalidad con el que cada marketer enfoca un proyecto es considerable.
Y si hablamos de técnicas, hablamos de herramientas. La caja de herramientas y soluciones que simplifican las tareas es el cofre del tesoro de cada profesional. Pese a ello, podemos encontrar algunas técnicas infalibles y comunes, que todos deberíamos tener en cuenta. ¡Vamos a ellas!
1. Hashtags
Usa los hashtags en todas las redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram, Google+, Pinterest… ¿Por qué no también en Youtube? Las famosas etiquetas con # ayudan a la localización de temas de interés, sea cual sea la red.
Si tienes una comunidad numerosa, inventa tu hashtag y pide que lo compartan. Crea un pequeño juego o sorteo alrededor. Conseguirás que personas ajenas a tu círculo se interesen por el hashtag… y por ti.
Investiga cuáles son los hashtags de tu comunidad y úsalos a menudo. Si tienes un negocio local, seguro que existen varios hashtags que definen tu ciudad y por los que los usuarios navegan para mantenerse informados. Pueden haber nacido de campañas institucionales (#ViveLloret) o de grupos locales. Lo mismo ocurre si te diriges a una comunidad con unos intereses propios (#somosrunners).
Conoce a los grandes players y usa los hashtags del momento. Localiza a las personas más influyentes de tu comunidad, a las que siguen miles de usuarios. Son los creadores de hashtags. Usa esos hashtags tan pronto como comiencen a circular, agrégales imágenes, sé simpático y participativo. ¿Habíamos dicho que es infalible?
2. Segmentación
Define exactamente a quién quieres llegar y busca los medios para alcanzarlos. Es mucho más sencillo de lo que parece.
Los anuncios de Facebook permiten una segmentación insospechada. ¿Quieres llegar a los vecinos de 4 municipios cercanos, pero excluir otros 2 porque el camino es de montaña y tortuoso? ¿Quieres llegar a los padres de niños de 4 a 12 años? Puedes hacerlo. Y aquí va un secreto… Cuando abras Facebook, ve a la flecha superior derecha, de ahí a Configuración y a Idioma: cámbialo al inglés. Un nuevo mundo, detalladamente segmentado, se abre para tus anuncios en esta red social. ¡Explóralo!
Los anuncios de Twitter permiten segmentar por hashtags. Y por tanto, llegar exactamente a la comunidad buscada.
3. Concursos y promociones
Siempre han funcionado y siempre funcionarán. Ofrece algo que tu público no pueda rechazar. Llévales a una landing page donde dejen su email.
Sé conciso. Cuantos menos pasos en el concurso, mejor. No esperes una alta participación en un concurso de relatos o de fotos. Seguramente será un fracaso. Exige a tu público que haga algo breve, aquí y ahora: una frase ingeniosa, una respuesta a una pregunta, o simplemente algo tan clásico como… pedir que dejen el email.
Usa plataformas de sorteos: EasyPromo, Bloonder, Cool-Tabs, SocialTools, La Promoteca, Teyo, HiSocial…
4. Landing page con recogida de emails
Una landing no es una web. Si la queremos para un propósito determinado (recoger emails), no debe tener ningún otro elemento que distraiga la atención: ni menús, ni vídeos que nos hagan olvidar qué nos trajo a lalanding, ni párrafos pesados…
Una buena página de aterrizaje solo debe contener imágenes atractivas, un texto breve con llamadas a la acción (¡Participa!) y un formulario donde rellenar dos o tres campos, cuantos menos, mejor. ¡Ah, y evidentemente el enlace a la política de protección de datos!
Conviene vincular la landing page con una lista de correo MailChimp, MailRelay o similar. Nos permitirá gestionar eficazmente las campañas de emailing.
Responsive, siempre responsive. Este comentario merecería un manual entero. Los nuevos hábitos hacen que nuestro público consulte nuestra web aquí y ahora, en su teléfono móvil. Participarán en nuestros sorteos y dejarán su mail en nuestros formularios solo si son responsive, adaptados a móviles. Y tomarán la decisión en cuestión de segundos. Si no visualizan bien la web, se irán. Sin segunda oportunidad, sin remordimiento.
5. Mailing con encabezados irrenunciables
Las campañas de e-mailing aún son efectivas. Eppur si muove. Aún funcionan y dan sus frutos. Siempre y cuando el encabezado en el que el lector pose sus ojos sea, parafraseando a Vito Corleone, “una oferta que no pueda renunciar”.
No siempre es fácil encontrar ese servicio, producto o valor añadido que podemos ofrecer al futuro cliente de forma gratuita. Puede ser un ebook con “los mejores trucos para…”, o una invitación para una desgustación, o un asesoramiento experto, o un pack en el que al comprar dos productos regalamos un tercero. Imaginación al poder.
Es imprescindible gestionar el mailing con una herramienta específica como MailChimp, MailRelay, MDirector, AcumbaMail, SendinBlue, aWeber o muchos otros más. Nos dará estadísticas de apertura, de click y de rebote. Sabremos exactamente quién ha abierto el correo y quién no. Y evitaremos ser consideradosspammers.
Envíos de recordatorio. Con los gestores de mailing indicados, es realmente sencillo volver a enviar un mail a todos aquellos que lo abrieron y no respondieron a nuestra propuesta. O bien podemos enviarlo a aquellos que no abrieron el primer email.
Autoresponders. También podemos establecer una cadena de 5 o 6 correos que iremos enviando a aquellas personas que nos hayan dejado sus direcciones email. El envío será automático, con una periodicidad determinada, e irán conduciendo a las personas a encontrar soluciones a sus necesidades… y finalmente a saber que somos quienes las podemos implementar.
Emails para captar clientes en las redes sociales. Por último, no debemos limitarnos a las campañas emailing. Sabemos que Facebook puede emparejar nuestra base de emails con sus usuarios y enviar así un anuncio por Facebook exclusivamente a aquellas personas que constan en nuestra base de datos. Así de sencillo. La solución se llama Facebook Custom Audiences.
6. Píxels de conversión
Se podría escribir un libro sobre los píxels de conversión. Basta con insertar un pequeño código en una página destino de nuestra web (la landing page, la de agradecimiento después de rellenar un formulario, la última del carrito de la compra…) y podremos saber qué personas concretas llegaron a esa página.
Las campañas de anuncios en Facebook permiten un seguimiento de ese píxel de conversión. También las de Twitter. También las de Adwords… Y cada anuncio distinto permite usar su propio píxel de conversión.
El remarketing o retargeting, esos anuncios que nos persiguen allá por donde naveguemos, son consecuencia directa de estos píxels. Podemos volver a mostrar nuestros anuncios ¡incluso en Facebook! a quienes en algún momento se interesaron por nuestros productos. Su eficacia es inmensa.
7. Busca a tu público uno a uno
Puede resultar una afirmación sorprendente, porque todo el mundo espera de internet que le lluevan los clientes de una forma pasiva. La idea de quienes dicen “Las redes sociales no sirven para nada” es que basta con estar en internet para que los clientes llamen.
Gran error. Muchas veces se debe buscar los clientes uno a uno. Hay técnicas y herramientas para hacerlo, francamente rápidas y eficaces. Hablamos de ManageFlitter, SocialBro, Circloscope…
Los métodos tradicionales también funcionan. Algo tan sencillo como seguir a la competencia y disputarle sus propios followers es tan clásico como efectivo. Las técnicas del viejo vendedor son también las del nuevo marketero.
Fuente: Nubelo.com