Tu actividad en las redes sociales puede denegarte un crédito
Ciertas entidades bancarias de EEUU tienen en cuenta la información y la actividad en Internet y en las redes sociales de los solicitantes de créditos antes de concederlos. Abandonar las calificaciones de crédito tradicionales comienza a ser una opción.
Según informa el diario ‘Wall Street Journal’, algunas entidades financieras de EEUU están empezando a tomar en consideración la actividad de sus solicitantes de crédito en redes sociales como Twitter o Facebook a la hora de concederles o no financiación.
Aunque se trata de método de evaluación que aún no es generalizado, puede que poco a poco vaya cogiendo fuerza no sólo en EEUU sino en otros países como el nuestro.
De hecho, Kreditech, que opera en España y en otros países como Polonia, México o la República Checa, utiliza ya los datos procedentes de la actividad en las redes sociales, del uso de smartphones o de las compras que los solicitantes realicen a través de Internet para concederles un crédito.
En EEUU, la mayoría de las compañías que emplean este sistema suelen ser minoritarias y startups. Recurren a estos datos ante la falta de información sobre los solicitantes. Sostienen que así pueden conceder financiación a personas o empresas que de otra manera no la conseguirían. Además, aseguran respetar todas las leyes sobre concesión de créditos de su país.
La información que se proporciona a través de la red sobre trabajo y hábitos sociales (en Facebook o Linkedin) o el perfil como consumidor (evaluado a través de los datos de PayPal, Ebay o Amazon) está empezando a ser considerada como indicativo de la solvencia económica de los solicitantes. Incluso las empresas pasan por el rasero de los social media: su reputación en Ebay, sus «me gusta» o lo que la gente comenta de ellas en Facebook puede tenerse en cuenta para que estas obtengan o no financiación.
Polémica
Esta práctica no está exenta de opiniones a favor y en contra. FICO, agencia de calificación crediticia cuya valoración tienen en cuenta la mayoría de los bancos estadounidenses, aún no utiliza estos datos en sus evaluaciones. La entidad asegura que, de momento, la actividad de los solicitantes en las redes sociales no figura entre las variables que manejan. Eso sí, afirman que «podrían ser predictivas» en cuanto al comportamiento de éstos y están sopesando incluir estos aspectos en sus futuras valoraciones.
Por otra parte, El director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital (Center for Digital Democracy), Jeffrey Chester, sostiene que los datos que se proporcionan a través de Internet son privados y que «la gente no entiende lo que pueden implicar a la hora de conseguir un crédito». También considera que se necesita una regulación legal al respecto.
A algunos consumidores no les importa que las entidades prestatarias comprueben su actividad online ya que les puede dar más posibilidades a la hora de obtener financiación que la valoración que tengan en FICO.
Otros consideran como una intromisión en su intimidad la utilización de esos datos. Además, creen que si este método de evaluación se generaliza supondrá un trato injusto para los clientes ya que puede traducirse en dificultades a la hora de obtener crédito o en intereses más altos. Asimismo, los consumidores sostienen que las entidades que usan este tipo de información no la verifican convenientemente.
Fuente: Expansion.com