Cuál elegir, ¿una aplicación web o una aplicación móvil?
Es un hecho que la revolución móvil ha cambiado por completo los hábitos y tendencias de usuarios y consumidores. Los nuevos dispositivos móviles se han convertido en una ventana de acceso permanente al universo de la red, y desde la cual se accede desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Este escenario evidentemente, ha provocado que tanto medios, como empresas y marcas, adopten nuevas estrategias y tecnologías para llegar a este tipo de audiencias móviles. El dilema sin embargo, llega cuando surge la necesidad de plantearse qué es mejor, sí la web móvil adaptada o la aplicación móvil para nuestro negocio o marca.
No cabe duda de que existen notables diferencias, y en cada caso, también existen las ventajas y desventajas. Muchos informes destacan que las apps, se han convertido en el principal punto de acceso a Internet a través de dispositivos móviles. Pero las cifras en realidad son parejas y no tan dispares como algunos pretenden señalar. Según los datos del
V Estudio Anual de Mobile Marketing del IAB, que analizaba las tendencias y la evolución del sector, durante el pasado año, el acceso a internet desde aplicaciones móviles aumentaron un 73%, igualando así al acceso a través del navegador (72%).
Sin embargo, es a la hora de ver los usos dados, donde realmente descubrimos cuales están siendo los hábitos de los propios usuarios. El 80% del uso dado de dispositivos móviles, está destinado a las aplicaciones. Algunas como whatssapp y apps de sitios como Youtube o redes sociales como facebook, twitter se encuentran entre las más populares. Las apps de aplicaciones o utilidades siguen siendo populares, pero a la hora de buscar información o realizar consultas sobre salud, viajes, compras, restaurantes, noticias o marcas, el navegador triunfa entre los usuarios móviles.
La opinión de los usuarios siempre dependerá de sus hábitos y preferencias. Otros estudios como el desarrollado por Econsultancy a finales del pasado año, revelaba un escenario ligeramente diferente donde la web móvil se afianzaba frente a las propias aplicaciones móviles. Los datos de su informe ponían de manifiesto una mayor predisposición por parte de los consumidores a decidirse por el sitio móvil para comenzar un proceso de compra, especialmente en Estados Unidos (68% vs 33%); mientras que en Reino Unido esta diferencia era más equitativa (61% vs 39%).
Estos hábitos pueden ayudarnos sin duda a decidir que tipo de opción es más recomendable en función de nuestro público o audiencia y objetivos. Por ejemplo, muchas publicaciones, medios y blogs se decantan por la web móvil y el diseño resposivo, mientras que marcas y empresas al margen de adaptar sus sitios web, optan por la creación de apps específicas con un claro componente de branding o como parte de acciones estratégicas y promocionales.
Según datos recogidos por Appsbuilder, los usuarios que acceden a una app de una empresa o marca son más leales que los que visitan su sitio web desde un dispositivo móvil. El tiempo que pasan en una app es de 3 a 4 veces superior que el que dedican a los sitios webs, alcanzando los 24 minutos de tiempo aproximado a través de una tablet y 13 minutos en los smartphones, frente a los 4,5 minutos que emplean cada vez que visitan un sitio web. Sin embargo, en el caso de las aplicaciones encontramos la existencia de un «Talón de Aquiles» que pocos tienen en cuenta. Y es que el 22% de las aplicaciones móviles
se utilizan solo una vez pasando a convertirse en aplicaciones «zombie» que quedan completamente olvidadas.
La mayor desventaja de las aplicaciones móviles frente a la web de diseño adaptativo o
responsivo es una cuestión simple de costes. La creación y diseño de apps es mucho más compleja y costosa (sin tener en cuenta la necesidad de actualizaciones constantes) que la producción y desarrollo de versiones web móviles. Esto no implica que el desarrollo de una web móvil profesional no nos suponga ningún coste, pero a la hora de la verdad, las diferencias pueden ser considerables y notables.
El uso de navegador, ofrece además una mayor versatilidad para navegar libremente alternando entre sitios web y medios. Pero sobre todo, una web móvil optimizada siempre será accesible desde cualquier tipo de dispositivo, indiferentemente de su sistema operativo y navegador, mientras que en caso de las Apps, necesitaremos una versión nativa para cada OS o dispositivo.
Todo son matices y aspectos importantes y a tener en cuenta sin olvidar que para una correcta elección, será siempre necesario disponer de una clara estrategia. Incluso con ello, son muchas las empresas que cometen
graves errores en desarrollo de sus apps móviles. Entre los más destacados, creer que una aplicación móvil es un sitio web o querer adoptar este entorno como si se tratase del escritorio tradicional.
A pesar de ello, es recomendable analizar tanto el mercado, como las diferentes opciones disponibles y sobre todo, más allá de las tendencias de otros usuarios, nuestras propios hábitos. Puede parecer extraño, pero nuestra propia experiencia puede servidor para darnos cuenta de aquello que nos gusta o no nos gusta. Aquello que nos facilita nuestras tareas y acciones o nos permite acceder de una forma más directa y cómoda a la información que necesitamos. La cuestión es adoptar aquello que no es realmente útil y parece funcionar.
Esto servirá para darnos cuenta, de que en ocasiones, cuando pretendemos acceder a un determinado sitio web que nos muestra una versión alternativa de su contenido, hubiésemos preferido disponer de una visión de su versión tradicional. Algo bastante habitual que comienza a darse con frecuencia en las versiones de sitos web para tablets, que intentan imitar el interface de una aplicación, sin darnos a elegir está opción, y que al final solo limitan las funcionalidades del propio sitio web.
Sea como fuere, ya no es algo opcional, sino más bien, totalmente obligatorio, el adaptarse a la nueva realidad de la internet y las audiencias móviles. En todo caso, nuestra elección siempre dependerá de nuestros objetivos, pero antes de lanzarse a la aventura, tenga claro, qué es lo que quiere y a donde pretende llegar para saber cual es la mejor alternativa para lograrlo.
Fuente: PuroMarketing.com